lunes, 30 de abril de 2012

A night to dismember (1983)

Realmente es difícil saber por donde empezar cuando te enfrentas a una película que literalmente no tiene ningún sentido. En The Creeping Terror ya comentábamos como por falta de dinero tuvieron que utilizar una voz en off para narrar lo que ocurría. A night to dismember recurre a algo parecido pero sumándole que las conversaciones se escuchan muy bajo y a que las pocas veces que hablan sólo podemos ver sus cogotes.

Según he leído por ahí, la película trata de una chica que sale del manicomio y efectivamente, durante una escena vemos a una mujer golpear una puerta mientras los habitantes de la casa la ignoran por considerarla una majara peligrosa. Gente muere. Mucha de hecho. O no. Ya que parece que la directora usó varias veces el mismo metraje. Aparece una especie de demonio. Tenemos una escena de amor en la que al caballero le emergen y le desaparecen las patillas a cada momento mientras los pantalones vaqueros azules se tornan en negros. Un zombi surge de un pantano y persigue a una chica. Más tarde la misma chica hace el mismo recorrido pero sin zombi (aquí creo que repitió metraje pero no estoy seguro). La chica loca se da cuenta de que un pervertido está mirándola a través de la ventana mientras se desviste y la voz en off nos avisa de que ella es por fin feliz porque llama la atención de un hombre. Suele pasar si además te estás desvistiendo y le haces un striptease. Tenemos un viejo que parece un actor decente porque por lo menos somos conscientes de que siente miedo. Tenemos que la directora se entretiene un rato con los filtros azules y rojos e incluso se atreve con el negativo. En fin, tremendamente delirante. Aún me estoy reponiendo de tanto sinsentido. Lo único que se salva son los más que decentes efectos especiales, con mucha sangre y desnudos gratuitos.

Doris Wishman, la directora, se justificó de tan abyecta abominación echándole la culpa al mozo del laboratorio, quien aparentemente arruinó la mayor parte de lo filmado por despecho con la empresa en bancarrota. No sabemos si por accidente o adrede. Tras el fracaso que supuso esta producción tuvo que retirarse del mundo del cine hasta que fue redescubierta durante los noventa y volvió a dirigir. Hay que tener en cuenta que Doris Wishman murió con noventa años cuando estaba rodando la que sería su película póstuma.

¿Y de dónde salió esta señora? Pues como suele ocurrir el aburrimiento tiene mucho peligro. Al morir su marido no encontró nada mejor para entretenerse que escribir un guión. Le pidió 10.000 dólares a su hermana y así comenzó a dirigir películas con desnudos. Pasó al genero sexplotation a finales de los sesenta y más tarde se dedicó a diversos generos dirigiendo incluso un documental sobre el transexualismo llamado Let me die a woman. Por todo esto es considerada la Ed Wood femenina y la verdad es que tras ver A night to dismember puedo afirmar con bastante seguridad que es la peor película que he visto.

2 comentarios:

  1. La peli pinta bien y la directora derrocha glamour!si no triunfo seria x envidias malsanas!!HE DICHO!!

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  2. Una pena que el glamour nunca se impregnase en el negativo ;_;

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