martes, 27 de julio de 2010

Starcrash (1979)

'Starcrash', también conocida como 'Me cago en mi vida, devolvedme los 92 minutos de vida que acabo de perder', es una película de ciencia ficción. Si 'Luna cero dos' era un western lunar, Starcrash se queda en una mierda espacial a la deriva, empujada por un viento solar muy tenue. La fecha de estreno no es un dato baladí porque nos aclara los parecidos con Star Wars, la cual se estrenó en el año 1977.

El espacio, la última frontera, aunque para algunos sea otro lugar donde ambientar una película de serie B y de paso contar con Christopher Plummer como Emperador de las pistas de baile. ¡El puto Christopher Plummer! El Plummer que sale en 'Sonrisas y lágrimas' (no es que me guste pero es un icono), 'La caída del Imperio Romano', 'El hombre que pudo reinar' o 'La noche de los generales'. Pero por si no fuera suficiente aparece también David Hasselhoff quien hace una aparición estelar. El director de casting tuvo que cagar cerillas para conseguir que estos actores firmaran, bueno, Hasselhoff seguro que se ofreció a cambio de alcohol y hamburguesas.

¿El argumento? Pues que el Conde Zarth Arn quiere hacerse con el control del universo e inventa una maquina terrible que provoca jaquecas, excepto si eres una persona normal, entonces te mata. Mientras tanto dos contrabandistas son perseguidos por la policía imperial y acaban en la trena. Ella es Stella Star, la mejor piloto de la galaxia. Él es el hijo secreto del séptimo Doctor Who. Stella es condenada a pasar el resto de su vida en una prisión pero a los dos minutos se cansa y convence a unos compañeros para hacer un motín. Mientras sus compañeros son masacrados ella escapa hacia la libertad y se mete en una nave que justo pasaba por ahí. Cómo no, en la nave viajan los dos policías imperiales que los capturaron. Uno de ellos parece un dildo cibernético. Sin embargo su pena fue conmutada (a buenas horas) y les encomiendan una misión: encontrar el hijo del Emperador (David Hasselhoff). De esta manera continúan su búsqueda por diferentes planetas, a saber:

  • Un planeta de amazonas donde unas chicas vestidas indecorosamente los capturan pero consiguen huir no sin antes enfrentarse a una réplica del gigante de metal de 'Jasón y los Argonautas'.
  • El planeta Hoth, donde Stella casi muere pero su amigo dildo policial cibernético la mantiene "caliente".
  • El planeta de los cavernícolas donde ponen de verano al dildo policial cibérnetico. Es en este último planeta donde David Hasselhoff se haya tras ser su nave atacada por el Conde Zarth Arn. Y precisamente es el mismo sitio donde el malvado criminal mastermind ha ocultado su arma secreta provoca-jaquecas.
La película termina con el enfrentamiento entre las naves del Conde y el Emperador con unos efectos especiales tan cutres que dan vergüenza ajena. Incluso se permiten sacar de la nada una espada láser y además de que el compañero de Stella parece tener poderes jedis. Finalmente Plummer se sienta en su trono y termina cagándose en la puta madre del director, el guionista y los productores. En realidad no lo dice claramente pero parece que por su expresión de placidez lo insinúa. Aunque no descarto que estuviese bajo los efectos de un opiáceo para acabar participando en tan disparatado proyecto.

Curiosidades:
  • Los productores tenían miedito de mostrarle la película a John Barry (el compositor) por si abandonaba el barco. No en vano compuso la banda sonora de grandes películas (Zulú, La jauría humana, varias de la saga James Bond). No te jode.
  • Stella Star aparece en la obra maestra de Vincent Price, 'El abominable doctor Phibes', como su esposa muerta. Debió de ser su mejor interpretación.

2 comentarios:

  1. A mí me encanta... es tan casposa y cutre que merece un sitio de honor en la cinematografía del mundo mundial.

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