sábado, 10 de mayo de 2008

In vino veritas

Desde que empecé a beber nunca he tenido historias graciosas que contar que me hayan pasado a mí en persona. Aparte de intentar abrir la puerta de mi casa con una moneda o algo del mismo estilo. Siempre recordaré el caso de un amigo de mi hermana de la universidad. Éste había vuelto a su casa borracho, vivía en una pensión regentada por un matrimonio de personas mayores. Entró en su habitación, se tumbó en la cama y fue entonces cuando una voz le dijo "Vete a tu cama Roberto que estás en la nuestra". La voz era la del afable anciano que con la paciencia de un buen conocedor de la fauna estudiantil de Santiago de Compostela le invitaba a dormir la mona en su cuarto. Por supuesto, a la mañana siguiente, se despertó en su cama con las zapatillas de la señora en sus pies.

¿Quién no ha conocido el caso de algún amigo que se ha quedado dormido en plena calle? ¿O el caso de los amigos de toda la vida que llegan a las siete de la mañana borrachos y la parienta de uno de ellos los echa a la calle y acaban durmiendo al lado de un río? Este tipo de cosas son las que nos hacen entonar la famos cita del intelectual Mariano Rayjoy: ¡Viva el vino! Y es que ir a un monte con una botella de vino estando de empatada (argot que significa en algunos lares quedarse despierto cuando llega el día y seguir la fiesta), sin sacacorchos, usar un mechero para abrirlo dándole un pisotón (no es la mejor manera pero no deja de tener cierta lógica), y en vez de eso darle una patada que acaba rompiendo la botella y casi seccionando los tendones de ambas manos del que la sujetaba, es una muestra de lo ingeniosos que podemos ser algunos. Y ya lo decía Julio César; "Afortunados los españoles para los que beber es vivir."


2 comentarios:

  1. in vino veritas y borrachera te cogerás, pastilla antiresaca ya!

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  2. ya no me caordaba de este gran personaje q nos enseña a ser perseberante hasta q se consigue algo: en este caso levanterse.
    bueno cosidero q este estado es producto de la convinacón de varias sustancias, y no solo producto de la ingesta incontrolada de bebidas espirituosas

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